En el Observatorio Las Campanas de la institución Carnegie Science compartimos la preocupación de la comunidad astronómica nacional e internacional por el desarrollo del Proyecto INNA, el que contempla la construcción de un centro de producción de hidrógeno verde líquido y amoníaco verde en Taltal, en la Región de Antofagasta, a escasos kilómetros de los observatorios de Cerro Paranal, Cerro Armazones, y del Cherenkov Telescope Array.
Este proyecto ha generado gran inquietud por su potencial efecto en la calidad de los cielos, esenciales para la investigación astronómica, especialmente en sitios únicos como los que albergan los principales observatorios internacionales en Chile.
Consideramos que la protección de estos lugares, incluyendo el de nuestro observatorio en la Región de Atacama, es fundamental para garantizar el futuro de las operaciones científicas y el liderazgo de Chile en la astronomía mundial, consolidado como el epicentro global para la exploración del universo.
Actualmente existe en Chile una norma lumínica que regula fuentes individuales de luz, pero no existe una normativa ambiental integral que limite el brillo artificial máximo del cielo en las zonas donde operan los observatorios. Tampoco existen metodologías ni estándares claros para la evaluación del impacto lumínico de proyectos que podrían incrementar la contaminación lumínica y afectar la calidad de los cielos en estos sitios de importancia estratégica.
En este contexto, reiteramos nuestra disposición a colaborar activamente con la comunidad científica nacional y con el Estado de Chile para avanzar en la elaboración de una normativa que proteja los cielos oscuros y asegure las condiciones necesarias para la investigación astronómica. Creemos que el diálogo y el trabajo conjunto son esenciales para encontrar soluciones que permitan armonizar el desarrollo y el crecimiento con la preservación de nuestros recursos naturales y científicos.
Confiamos en que, a través de un esfuerzo colaborativo, podremos seguir contribuyendo al avance de la ciencia y al posicionamiento de Chile como un referente global en astronomía. El cielo nocturno es un patrimonio mundial que Chile debe cuidar.