Columna por Daniela González
Directora Ejecutiva Fundación Cielos de Chile
El decreto que establece las nuevas áreas con valor científico y de investigación para la observación astronómica constituye un hito no sólo para la comunidad astronómica, sino que pavimenta el camino para que Chile se consolide como los ojos del mundo hacia el universo.
Dentro de los hitos que marca este decreto, comenzar señalando que su firma el pasado 27 de junio de 2023, es el resultado del trabajo conjunto entre el sector público y la academia. El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación creó la Comisión Asesora Ministerial para la elaboración de una propuesta de áreas astronómicas. Este trabajo mancomunado permitió establecer criterios objetivos para la elaboración de la propuesta que determinó que 29 comunas de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo sean declaradas como áreas con valor científico y de investigación para la observación astronómica.
Un segundo hito es que con esta decreto se da cumplimiento a la Ley N°21.162, que modifica la Ley N°19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para exigir la elaboración de un estudio de impacto ambiental en los proyectos que puedan generar contaminación lumínica en las áreas astronómicas. Este importante paso en la institucionalidad ambiental releva la necesidad de considerar a los cielos oscuros como un recurso natural que es necesario proteger no sólo por su valor científico, sino que también por los servicios ecosistémicos que ofrece para los seres humanos y la biodiversidad.
El nuevo decreto tendrá implicancias de gran alcance para la preservación del cielo nocturno. De concretarse en el corto plazo la actualización del DS N°43/2012 del Ministerio del Medio Ambiente se establecerán regulaciones más estrictas sobre estas áreas respecto a la iluminación exterior -sus formas, magnitudes y horarios-, con el objetivo de reducir la contaminación lumínica y promover prácticas de iluminación responsables. Al implementar medidas integrales, el decreto ayudará a combatir los efectos perjudiciales de la iluminación excesiva. Esta nueva legislación combinada no sólo garantizará la observación ininterrumpida de nuestro universo, sino que también beneficiará la vida silvestre, la salud humana y la eficiencia energética.
Como un tercer hito, este decreto pone en valor la vocación científica de los territorios de estas 29 comunas, generando las condiciones habilitantes para el desarrollo de la economía local a través de la ciencia y actividades afines. Este decreto envía un mensaje claro de que como país estamos comprometidos en proteger nuestro patrimonio natural, y ofrece un modelo a seguir para otros países.
Con la implementación de este decreto, Chile consolida su posición como líder mundial en el campo astronómico, reconociendo los esfuerzos de los científicos, las organizaciones sin fines de lucro y las personas apasionadas que han abogado por la preservación de nuestros cielos nocturnos. Al resguardar el cielo oscuro, defendemos el derecho de cada persona a conectarse con el espectáculo más cautivador de la naturaleza.