Luego de casi 4 años de operaciones, el pasado 20 de enero de 2021 fue la última noche del proyecto APOGEE-2, cuya primera luz ocurrió en marzo de 2017, con operaciones regulares desde abril del mismo año. La segunda etapa de este proyecto funcionó en el telescopio du Pont del Observatorio Las Campanas desde sus inicios, pero debido a la expansión del Coronavirus en el mundo, estuvo detenido entre marzo y mediados de Octubre de 2020.
APOGEE, que se basa principalmente en recolectar espectros infrarrojos de un número importante de estrellas, es un survey espectroscópico de la Vía Láctea que busca responder algunas preguntas fundamentales sobre la historia de la formación estelar y enriquecimiento de la Vía Láctea. Además, investiga la dinámica del disco, bulbo y halo de nuestra galaxia y la distribución de edad de las estrellas, entre otros objetivos más específicos.
El proyecto APOGEE comenzó como APOGEE-1 en el Apache Point Observatory. Luego, le siguieron otras etapas: APOGEE-2 y APOGEE-2S.
“Uno de los mayores hitos de APOGEE-2 fue obtener espectros de estrellas del bulbo, algo muy difícil o casi imposible de obtener en el norte. Además, se hizo el primer censo espectroscópico de las Nubes de Magallanes, lo que nos está permitiendo entender su historia y su interacción con nuestra Galaxia. Muchas estrellas raras con abundancias exóticas también han sido identificadas y muchas otras cosas vienen en camino”, explica Andres Almeida, líder de observadores del proyecto.
Almeida dirigía un equipo multidisciplinario e internacional compuesto por nueve observadores, un Ingeniero y varios astrónomos trabajando en la selección de fuentes para los campos.
Este survey contaba con un multi espectrógrafo infrarrojo, alimentado por fibras ópticas. Para ello, se utilizaban cartuchos, como se le llama al objeto en el que se almacenan estas fibras. Los cartuchos están creados para que se les pueda instalar un plato con el diseño de una región del cielo. En él, hay orificios en donde se conectan las fibras para recolectar la luz de las estrellas.
“El área del telescopio du Pont y la particularidad de tener un gran campo de visión hacen posible posicionar muchas fibras ópticas en el plano focal y enviar la luz de las estrellas a un espectrógrafo, posicionado en una sala abajo del plano de observación”, destaca Francesco Di Mille, Gerente de Operaciones Técnicas del Observatorio Las Campanas.
Retomadas las operaciones post cierre por pandemia, se obtuvo alrededor de 130,000 espectros de estrellas individuales. En conjunto, APOGEE-1 y APOGEE-2 tomó alrededor de 2.6 millones de espectros en un periodo de 10 años. En primera instancia, los miembros de la colaboración del SDSS tienen acceso a estos datos pero luego de un año, éstos se liberan para toda la comunidad científica. “Esta es una de las fortalezas del SDSS: mucha de la ciencia y los avances se han logrado gracias a gente que no está ligada directamente al proyecto”, subraya Almeida.
A APOGEE-2 lo sucederá el proyecto SDSS-V. “En el caso de APOGEE las fibras se posicionaban a mano en los cartuchos que se montaban en el telescopio en la noche. Este trabajo tiene una limitación en términos de eficiencia de observación. Con el nuevo survey se está desarrollando un robot que permite posicionar las fibras de forma automática y cambiar la configuración muchas veces en la noche”, destaca Di Mille.